Nacido en Venezuela y de padres dominicanos, la niñez y adolescencia de Dionny Báez estuvo llena de matices y aprendizajes “Mi niñez fue difícil y limitada por el hecho de ser parte de una familia caribeña inmigrantes ilegales en un país latinoamericano”  Dionny se sentía y sabía que era diferente a los demás, no solo por su físico sino también por su manera de ver la vida desde muy temprana edad, “todo el bullying que pasé, todas las lágrimas que derramé y el sentirme siempre extranjero hasta en el país donde había nacido, me ayudaron a convertirme en  el hombre que soy hoy en día”.

Cuando Dionny habla todo el mundo lo escucha, su palabra tiene poder no solamente en Estados Unidos, país donde actualmente radica, sino también en cada y uno de los continentes donde llevado paz, esperanza y consuelo. Recientemente Dionny acaba de regresar de África del Sur y Kenia, donde fue requerido para dar unas conferencias a la cual asistieron más de 30 mil personas, el propósito del viaje era, además para asesorar a los presidentes y políticos del continente africano “en el día de hoy viajo alrededor del mundo llevando un mensaje de esperanza y trabajo para lograr obtener un cambio en situaciones criticas que afectan el desarrollo de la humanidad en las esferas sociales, económicas y espirituales. He sido consultor de varios presidentes, además, de algunos gobiernos, ministerios y empresas a nivel global” expresa Báez, quien a sus 14 años llegó a los Estados Unidos con sus padres “Entramos con visa”, recuerda “y luego, nos quedamos ilegalmente… una vez más nos convertimos en inmigrantes ilegales”.

Ir a la escuela en la unión americana fue un proceso difícil ya que además de sentirse discriminado por el color de su piel, no sabía  el idioma inglés, todo esto obstaculizaba el poder relacionarse con jóvenes de su edad “se lo que es manejar sin tener licencia ni seguro ya que no podía registrar mi coche…se lo que es no tener crédito, no poder alquilar un lugar para vivir y además enterarnos de la muerte de algunos seres queridos como mis abuelos en nuestro país y no poder ir a darle el ultimo adiós por buscar el sueño americano comenzando desde menos cero”.